El cristianismo es una batalla, no un sueño


Creo con todo mi corazón que para este tiempo hemos nacido. Hemos nacido no sólo para ser bendecidos, sino para ser de bendición. Dios nos ha escogido para ser luz al mundo, nos ha escogido para cambiar la historia de muchos que hoy viven en oscuridad. Hay dos verdades que quiero recordar, la primera es que somos el objetivo de Satanás, él sabe para lo que fuiste diseñada por Dios y viene con toda su fuerza a destruirte, y la segunda que podemos llegar a ser unos héroes de Dios. Digo que podemos llegar a ser héroes porque la decisión final es de cada uno de nosotros. Podemos elegir dejarnos llevar por las corrientes del mundo o podemos elegir levantarnos y prepararnos como héroes de fe. Satanás sabe el potencial que cargamos y está tratando de destruir nuestro futuro. Los ataques que el enemigo dirige hacia nuestras vidas están más relacionados a lo que podemos llegar a ser en el futuro, que lo que hemos sido en el pasado. Él quiere distraernos para que vivamos agotando nuestras fuerzas, enfocadas en sus ataques, en lugar de enfocarlas preparándonos para avanzar y conquistar. Esta batalla no se trata de nosotros ni aún del enemigo, es una batalla que le pertenece al Señor. Nosotros somos sus armas de luz en un mundo de tinieblas y el enemigo está enfocado en apagarla. El papel que escogemos jugar en esta batalla es el factor decisivo. ¿Qué escogeremos, ser unos civiles desarmados, unas víctimas, unos esclavos o un héroe? ¡Creo que el deseo de todos es llegar a ser héroes! Para serlo tenemos que prepararnos. ¿Cómo nos preparamos? Conociendo las herramientas, conociendo las armas que se nos han sido dadas para la batalla.

Cuando el enemigo tentó a Jesús en el desierto, Jesús lo venció con un “escrito está”, es tiempo de equiparnos con su Palabra, de escudriñarla. Dios jamás deja a sus hijos desprovistos, Él sabía que estaríamos en una batalla y Él nos dejó armas para pelear y salir en victoria. La situación no está en que no tenemos armas, la situación está en que no la conocemos y si no la conocemos el enemigo tiene ventaja. Es hora de prepararnos, que el enemigo no se apunte un logro en nuestra vida. Peleemos con las armas correctas que el Señor nos dejó en su Palabra, que es nuestra espada. Valoremos la Biblia como nunca antes, ella contiene todas las herramientas que necesitamos para vivir plenos a pesar de las circunstancias de la vida que podemos enfrentar. Nosotros no vivimos por la violencia de una espada, pero ha llegado el momento de vivir por el poder de una. El enemigo no tiene por qué seguir robando La Paz y el gozo en nuestras vidas, nos levantamos fuertes por el poder de la Palabra de nuestro Dios. Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
(San Juan 8:31-32 RVR1960)

share

Recommended Posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *