¡Valoren lo que tienen!


¡Cuán vulnerable y frágil es la vida humana! Acabamos de ver cómo un evento atmosférico (huracán Matthew) puede cambiar las condiciones de vida de un país o de un estado en cuestión de horas. Mi corazón se conmovía al ver como familias en Haití les ponían piedras y bloques a los techos de zinc de sus pequeñas y frágiles viviendas para tratar de guarecerse del embate del huracán, mientras nosotros acá contamos con casas de concreto.

Lamentablemente sobre 300 personas perdieron sus vidas en ese vecino país. Nos estamos preparando para brindarles la ayuda necesaria, ya que llevamos trabajando allí durante los últimos 5 años. Esta expresión “¡Valoren lo que tienen!”, la escuché apenas hace unos días de los labios de una joven venezolana, que trabaja como misionera en Cambodia. Nos mostraba con vídeos como ese país asiático en gran estado de pobreza, se ha convertido en uno de los principales lugares en el mundo para la práctica de la pedofilia y el tráfico humano de niños y adolescentes. Nos mencionó que en Cambodia, el cual es 90 por ciento budista, no hay libertad para ejercer la fe cristiana abiertamente. Una de las misiones que junto a otros misioneros ella ejerce, es ir (vestida de payaso) a los lugares de prostitución donde hay niñas y jovencitas para compartir con ellas el mensaje de amor del evangelio de Jesucristo. Nos preguntamos, ¿qué hacía una joven venezolana en un país tan lejano y con tantos peligros para llevar a cabo una misión cristiana como estas? Su respuesta fue: “Una pareja de Puerto Rico fue a lo más remoto de mi país a ejercer una misión con los pobres y marginados, y eso tocó mi corazón, ya que acababa de perder a mi padre, y no podía superar esa pérdida, hasta que comprendí que mi dolor se podía convertir en oportunidad para trabajar con el dolor de los demás.” ¡Qué inspiración y reto! ¡Valoremos lo que tenemos! El texto de Hebreos 13:5,6, nos ofrece unas enseñanzas de vida muy valiosas:

1) vivamos sin avaricia. La avaricia se caracteriza por el afán de poseer muchas cosas materiales. La avaricia produce egoísmo e insensibilidad hacia las necesidades de los demás. Lo contrario es “vivir contentos con lo que tenemos”: “Porque, ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo y perdiere su alma?” (Mateo 8:36).

2) contamos con la compañía y el cuidado de Dios: “Porque él dijo: “No te desampararé, ni te dejaré”. Esta palabra me toca de cerca, porque luego de una dolorosa y difícil operación, en medio de un fallo renal que desembocó finalmente en un trasplante, pensé que Dios se había olvidado de mí. Y en medio de mi incertidumbre, me encontré con esta palabra, la cual resultó ancla y refugio en medio de mi tormenta.

3) El Señor es nuestro ayudador; no temeremos lo que nos pueda hacer el hombre. Esto nos produce un fuerte sentido de confianza. El apóstol Pablo dijo: “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31). Dios nunca se quedará con las manos cruzadas ante la necesidad humana.

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Angel Esteban es ministro, conferencista, autor y es Pastor Principal de la Iglesia Cristiana de la Familia en Ponce, Puerto Rico.

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