Dile ¡NO! a la educación de género


La Biblia establece enfáticamente que la educación y formación de los hijos es responsabilidad de los padres. Esta verdad es enseñada por la iglesia, y protegida por nuestra Constitución como derecho de patria potestad. Sin embargo, el mismo Gobierno, a través de su sistema de educación, quiere “endoctrinar” a estudiantes, menores de edad, en la nociva enseñanza de “perspectiva de género”.

¿Qué es la “perspectiva de género”? Sencillamente una postura anti bíblica que pretende definir  la sexualidad, no en base a su biología (según creada por Dios), sino según a la conducta u orientación de cada cual. Los que promueven este tipo de agenda, descartan toda verdad absoluta, que categorizan como “constructores sociales”. De esta forma se da lugar para la aceptación de  conductas aberrantes y pecaminosas. Ya contamos, lamentablemente, con un problema serio de promiscuidad sexual en nuestra sociedad. Si a esto añadimos esta agenda maliciosa, lo que cosecharemos será una sociedad totalmente deprecada. Tenemos que levantar un frente unido en contra de esta “agenda”,  cuyo fin es quitarle la autoridad a los padres para que sea el Estado quien forme valores y principios en nuestros hijos. Ya el Departamento de Educación ha introducido en su currículo este concepto de “perspectiva de género”, con el fin de que sea enseñado en todas las materias. Aún más, en uno de esos materiales, cita un texto bíblico para atacar y mal interpretar la propia Biblia. ¡Es una abierta y descarada inmoralidad!,  la cual ha sido orquestada por unos profesionales, patrocinados por este gobierno, cuyo fin es el de desarrollar una “cultura a fin con la homosexualidad”. ¡No lo permitiremos!

El ejemplo vivo de Sodoma y Gomorra nos recuerda la depravación en que puede caer una sociedad, y sus terribles consecuencias de juicio y aniquilación. Ya tenemos disponibles las cartas para repartir a los padres que se oponen a que sus hijos sean expuestos a este tipo de currículo. Los padres tienen que levantar un frente unido, y presentar esas cartas firmadas a los maestros y directores escolares en las escuelas donde quieran imponer la enseñanza de “perspectiva de género”. ¡Es su derecho constitucional! Consideremos los siguientes principios expuestos en el texto de Deuteronomio 4:9:

1) La vida espiritual y moral de los padres tendrá un efecto directo, positivo o negativo, en la vida de sus hijos. Por eso el primer consejo aquí dado es el de “guardar su alma con diligencia”;

2) La enseñanza que impartirán a sus hijos está basada en los principios que han sido establecidos por Dios;

3) Estos principios dados por Dios son indispensables para la vida diaria;

4) La enseñanza tiene que transmitirse a través de las generaciones.

Es decir, que cada generación tiene la suprema responsabilidad de dejar un legado de moralidad y sana convivencia para preservar las generaciones venideras. La historia misma es testigo de agendas satánicas cuyo fin es la aniquilación de una sana moral. ¡No lo permitamos!

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