Como interceder: la mejor arma contra las heridas del corazón

La mejor arma contra las heridas del corazón es el amor mismo, y Dios es la fuente en la cual debemos llenarnos de amor. Dios sana todas las dolencias de nuestra alma y es el único que puede regalarnos un corazón nuevo porque Él es nuestro formador. En ocasiones no tendremos palabras para hablar a alguien con un corazón herido, pero el amor de Dios que está en nosotros (en sus hijos) puede sanar ese corazón herido con un abrazo nuestro y es en la demostración de ese amor que podemos ser instrumentos poderosos en sus manos. “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia y si tuviese toda la fe de tal manera que trasladase los montes y no tengo amor, nada soy”. 1 Corintios 13:1-2.

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